Me atropelló con el coche y me lanzó despedido a un metro»
Un ertzaina libre de servicio sorprende 'in fraganti' y persigue a dos delincuentes que le atacaron con un estilete y le arrollaron con un vehículo en fuga en Leioa.
«Si crees en el instinto policial cuando ves un hecho injusto no reparas en el riesgo que vas a correr. Piensas más con el corazón que con la mente». Un ertzaina sufrió graves lesiones en una mano y en la espalda después de enfrentarse, libre de servicio, a una pareja de delincuentes a los que sorprendió robando en una lonja en Leioa, en las casas nuevas cercanas al edificio Gobelas.
El agente, con siete años de experiencia, regresaba a su casa en coche el pasado martes a las diez y veinte de la noche cuando vio a dos personas sospechosas, un hombre y una mujer, en la entrada a una lonja, según han relatado fuentes cercanas al caso. Se trata de un bajo propiedad de un vecino en el que guarda su coche y máquina herramienta. El policía, con la mosca detrás de la oreja, subió a su domicilio y volvió a bajar para pasear a sus dos perros.
Esta vez vio sólo a la mujer, que esperaba en actitud vigilante, lo que le extrañó. Entonces, apareció su novia y le pidió que se quedara con las mascotas mientras él averiguaba qué pasaba. La chica avisó a su cómplice de que alguien les estaba observando y éste salió de manera apresurada de la lonja, donde había entrado a robar.
El ertzaina de paisano se fijó en que la puerta estaba forzada. Después, supo que el ladrón tenía ya preparados los taladros y demás herramientas que se iba a llevar, aunque las prisas y el hecho de saberse descubierto le obligaron a abandonar el botín. Al parecer, los maleantes habían dado antes otros dos golpes en sendas cafeterías ubicadas a 50 metros de distancia, donde habían forzado la caja registradora. De hecho, la zona está padeciendo estas últimas semanas una oleada de robos.
Cuando los sospechosos salieron corriendo, el policía les dio el alto, se identificó como agente de la autoridad y llamó al 112 para avisar del incidente y pedir ayuda. El tipo le gritó a su cómplice: «'Corre, vete a por el coche'». El ertzaina le siguió a la carrera y logró darle alcance. Forcejearon. Entonces, el delincuente extrajo un estilete de doce centímetros de hoja con el que le atacó. «Me lanzó una cuchillada al estómago que esquivé de milagro, me rajó la ropa pero no me alcanzó la piel», ha relatado a sus compañerosos el protagonista, que tuvo que librar otras dos embestidas del arma blanca.
Contra un bordillo
Al sentirse acorralado, el ladrón ordenó a su compañera, que ya había cogido el coche: «¡Atropéllale, atropéllale!». La mujer fue a por él y le golpeó con la parte delantera. «Me atropelló con el coche y me lanzó despedido un metro y medio hacia atrás», ha contado. El turismo siguió desbocado y colisionó contra un bordillo, pero continuó la marcha. El ertzaina logró levantarse del suelo y se enfrentó de nuevo al ladrón, que le lanzó la última puñalada momentos antes de subirse al vehículo y emprender la huida.
El agente se quedó con la matrícula, gracias a la cual la Ertzaintza está intentando localizar a los presuntos autores del robo y posterior agresión al agente de la autoridad. Al menos el hombre podría contar con numerosos antecedentes policiales.
Una vecina y su novia presenciaron la escena, que apenas duró diez minutos. Poco después, llegaron al lugar una patrulla y una ambulancia, cuyos sanitarios atendieron al herido. Presentaba una fractura del quinto metatarsiano, un hueso en el borde de la mano, que requerirá una intervención quirúrgica; cervicalgia y dos vértebras afectadas, según los primeros exámenes médicos, lesiones que tardarán varios meses en curar. Pero, «uno es policía las 24 horas», sentencia un compañero.
PUBLICADO EN EL Correo
Mi Opinion.....
Eh aquí un acto que deja bien claro que la policía no esta solamente como quieren vender ciertos colectivos, para maltratar, pegar pelotazos o hacer la vida imposible a los colectivos que todo el mundo sabemos, que casualidad que son siempre los mismos.
Muchos se preguntaran el por que no utilizo quizás su arma reglamentaria, la respuesta esta en la Ley, tiene que darse que casi te estén matando para que se pueda utilizar, vamos, casi hace falta que el delincuente saque un arma de fuego y te dispare primero para tu poder defenderte, así de triste es y esas son las ventajas con las que cuentan estos delincuentes en desdicha para el colectivo de Policías.
Un poco de DERECHO.
De la normativa de aplicación que Marca el derecho, podemos entresacar como criterios para que los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad pueden utilizar sus armas de fuego ante una agresión ilegítima que se lleve a cabo contra el Agente de la Autoridad o terceras personas, siempre que concurran las siguientes circunstancias:
1) Que la agresión sea de tal intensidad y violencia que ponga en peligro la vida o integridad corporal de la persona o personas atacadas.
2) Que el Agente de la Autoridad considere necesario el uso de arma de fuego para impedir o repeler la agresión, en cuanto racionalmente no puedan ser utilizados otros medios, es decir, debe haber la debida adecuación y proporcionalidad entre el medio empleado por el agresor y el utilizado por la defensa.
3) El uso del arma de fuego ha de ir precedido, si las circunstancias concurrentes lo permiten, de conminaciones dirigidas al agresor para que abandone su actitud y de la advertencia de que se halla ante un Agente de la Autoridad, cuando este carácter fuera desconocido para el atacante.
4) Sí el agresor continúa o incrementa su actitud atacante, a pesar de las conminaciones, se debe efectuar por este orden, disparos al aire o al suelo, para que deponga su actitud.
5) En última instancia, ante el fracaso de los medios anteriores, o bien cuando por la rapidez, violencia y riesgo que entrañe la agresión no haya sido posible su empleo, se debe disparar sobre partes no vitales del cuerpo del agresor, atendiendo siempre al principio de que el uso del arma cause la menor lesividad posible.
Sólo en supuestos de delito grave, los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, ante la fuga de un presunto delincuente que huye, deben utilizar su arma de fuego, en la forma siguiente:
a) Disparando únicamente al aire, o al suelo, con objeto exclusivamente intimidatorio -previas las conminaciones y advertencias de que se entregue a la Policía, Policía Local o Guardia Civil- para lograr la detención, teniendo, previamente, la certeza de que con tales disparos, por el lugar en que se realicen, no pueda lesionarse a otras personas y siempre que se entienda que la detención no puede lograrse de otro modo.
b) Disparando, en última instancia, a partes no vitales del cuerpo del presunto delincuente, siempre que concurran todas y cada una de las circunstancias anteriores, cuando le conste al Agente de la Autoridad, además de aquellas, la extrema peligrosidad del que huye por hallarse provisto de algún arma de fuego, explosivos, o arma blanca susceptible de causar grave daño, siempre teniendo en cuenta el lema de la menor lesividad posible y el de que es preferible no detener a un delincuente que lesionar a un inocente.
Este último criterio son sin duda de difícil aplicación, por lo que si se duda de la gravedad del delito, o no es clara la identidad del delincuente, no se debe disparar.
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