Quiero plasmar esta historia que no debería quedar olvidada jamas en las retinas de cualquier ciudadano, una historia que mucho menos debería quedar borrado de las retinas del colectivo de Ertzainak que forman parte del cuerpo de la Ertzaintza. Que sepan que tienen un gran apoyo por una amplia mayoría de los ciudadanos de Euskal Herria, muchisimo mas de lo que pueden imaginar, también quiero reflejar el como una persona la cual tubo que dar parte de su vida por que se respetara el derecho del ciudadano de a pie.
Un héroe el cual le han querido hundir en lo mas profundo de las injusticias por parte de la encargada de tener que recompensarle de alguna manera el daño causado y que tantos años ha costado el que le tengan que dar la razón que la tenia desde el primer momento en el que le tiraron el primer " Cóctel Molotov " vergonzoso comprobar como aun así todavía le llegaban a preguntar preguntas incongruentes y fuera de lugar...espero que desde donde toque den la confianza y competencia que merecen dichos profesionales que no se les ate de manos en momentos en los que toca dar rienda suelta a cosas tan importantes como el acabar con los 4 mamarrachos de siempre, se sabe con certeza que son 4 mangurrinos que no tienen apenas donde caer muertos y que por desgracia se les da balones de Oxigeno en muchos momentos.....
Sin mas os paso a plasmar los hechos tan duros por lo que ha tenido que pasar este gran Héroe que a pesar de lo vivido es vergonzoso ver como no le han dado lo que le correspondía casi sin pedirlo 13 años después.....por supuesto dar las gracias a los colectivos que le han intentado apoyar y hacer que al final se haga justicia...sindicatos,, etccccccc.....
Ahhhh y sobre todo vergonzosa la sentencia ridícula que les cayó a semejantes desgraciados ( perdón , pero es que uno sufre con estas Injusticias )
EL ROSTRO DE LA TRAGEDIA
No tiene nariz ni orej

Jon Ruiz Sagarna conducía la furgoneta. Con él, otros cuatro ertzainas habían cargado el vehículo con todo el material antidisturbios disponible para afrontar un temible «borroka eguna» («jornada de lucha») en Rentería.
Una ciudad que se ha destacado por la violencia de sus incidentes callejeros. Para un ertzaina, decir Rentería es mentar el miedo. Desde entonces, «orereta» (furgoneta) se ha convertido en grito de guerra para los más radicales.
Aunque aún no había llegado la hora prevista para que comenzara la revuelta provocada por la aparición de los cadáveres de Lasa y Zabala, Jon ya tenía puesto el casco rojo antidisturbios. Tampoco había llevado todavía el vehículo hasta el escenario habitual de la cotidiana batalla con los jóvenes radicales. Lo que no sabía es que ya había avanzado lo suficiente como para meterse en el infierno. «Sólo recuerdo los impactos contra la furgoneta y que, de repente, me vi envuelto en llamas», ha explicado el propio Jon, 28 años, en el juicio contra sus asaltantes.
Desde aquel 24 de marzo de 1995, el día en que un grupo de radicales incendió con «cócteles molotov» la furgoneta que conducía, Jon lucha contra las quemaduras que destrozaron su cuerpo y también su mente.
No fue la única víctima, ya que los otros cuatro ertzainas también sufrieron graves quemaduras y dos jóvenes que pasaban por el lugar fueron heridas al ser atropelladas por la bola de fuego en la que se convirtió la furgoneta. «Sentimos unos impactos en la chapa -recuerda uno de los agentes, no hubo tiempo de reaccionar, el ácido nos empapó las ropas y el cuerpo, las llamas nos envolvieron de arriba a abajo. Iban a cazarnos».
Si los recursos no lo enmiendan, seis años de cárcel para cada uno de los tres acusados servirán para pagar por estos hechos, merced a una polémica sentencia judicial hecha pública esta semana. Las secuelas que este atentado ha dejado en el cuerpo de Jon le acompañarán de por vida, pese a los esfuerzos del equipo médico de la Unidad de Grandes Quemados del Hospital de Cruces.
El primer parte emitido tras su ingreso no dejaba resquicios para el optimismo: «Jon Ruiz Sagarna presenta quemaduras en el 55% de su cuerpo, que afectan a cabeza, cuello, tronco y extremidades superiores e inferiores». Prácticamente todo su organismo había quedado abrasado por el fuego y el ácido.
Lo que más impresionó al personal sanitario que auxilió a Jon fue que traía el casco literalmente fundido sobre la cabeza. «No sabían ni cómo quitárselo», recuerda conmocionado un ertzaina que vivió de cerca aquellos trágicos momentos.
«Ni en la peor película de terror podría alguien imaginarse lo que le han hecho. No tiene nariz, no tiene orejas y está abrasado por dentro. Mi compañero ya no es persona», dijo un agente de su misma comisaría, abatido, cuando visitó a Jon días después del ataque. No era una impresión personal de este policía, porque los médicos también le dieron por perdido. Pero se empeñó en contradecir a todos y, después de un mes entre la vida y la muerte, Jon logró sobrevivir. Los médicos casi no pueden explicarse cómo salió adelante, porque una persona con más del 50% del cuerpo afectado por quemaduras de esta gravedad es «un muerto de libro», en el argot de los expertos.
Desde entonces le ha acompañado un calvario de operaciones e injertos -en los cinco meses que permaneció ingresado sufrió seis intervenciones- que se alarga ahora con un dilatado proceso de rehabilitación.
La adaptación de la nueva piel implantada requiere un cuidado tan preciso y delicado que Jon necesita vestir un traje especial, que cubre totalmente su cuerpo, desde la cabeza hasta los pies y manos. Una prenda preparada para tratar los coágulos de sangre producidos por los injertos y que pretende salvar la piel quemada de infecciones que puedan prolongar aún más la dolorosa recuperación.
Pero sus secuelas no se quedan simplemente en lo externo. Tal y como describió gráficamente el compañero que le visitó, estaba abrasado por dentro. Sus pulmones se vieron afectados por la inhalación de humo y de gases tóxicos provocados por el ácido sulfúrico que contenían los «cócteles molotov». Todo ello le provocó, en los primeros meses, importantes problemas de movilidad, que ha ido superando con la ayuda de fisioterapeutas. En una de sus escasas apariciones públicas, su mujer, Ana Arregi, recordaba con crudeza la rehabilitación: «El fisioterapeuta dice que es como un jarrón roto; aunque pegues las piezas, siempre tendrá cicatrices, secuelas. Los médicos no pueden asegurar a ciencia cierta cuáles serán».
El ácido no respetó ni su voz. Una traqueotomía le ha dejado una ronquera permanente. Alegre y sano Jon vive con su mujer y su hijo Iñigo, de año y medio, en el barrio de Las Arenas de la localidad vizcaína de Getxo. Con la ayuda de un psicólogo, el policía vasco, que todavía conserva la placa, aprende a convivir con la tragedia. Ahora empieza a salir de casa, y quienes le conocen aseguran que su ánimo comienza a remontar. «Yo no he ido a verle porque no me he atrevido -comenta un antiguo compañero de Jon de la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA) de Getxo-. Pero sé que está más animado y hasta se ha comprado un piso».
Allí, en la DYA, donde trabajó como voluntario hace algo más de dos años, se familiarizó con la conducción de furgonetas. Era el encargado de conducir una de las ambulancias. Una experiencia que a la postre se reveló fatal. Fue precisamente su antigua labor como conductor la que le colocó al volante de la furgoneta policial el día del atentado.
Su compañero de la DYA, con tono de amargura, recuerda a Jon como «un tío superalegre, de esos que siempre se están riendo; un tío sano». Y, como otros amigos, de lo que está absolutamente convencido es de que la fuerza para seguir adelante la extrae de su mujer y su hijo.
Fuerte y valiente, Ana intenta superar el miedo y el rencor. afirma, mientras se esfuerza en aportar confianza a su marido: ««Creo que es necesario que tanto sufrimiento sirva para algo. Juré que nunca construiría mi vida en función del resentimiento. He aprendido que el dolor puede dejar el alma en carne viva, como el fuego dejó el cuerpo de Jon», El siempre ha disfrutado mucho de la vida». No ha perdido la ilusión.
Aunque Jon se empeña en recuperar la normalidad, reconoce que sus lesiones y, sobre todo, su degradada apariencia física han hecho que su existencia no vuelva nunca a ser la misma. «Mi vida ha cambiado totalmente, como de la noche al día. El aspecto que tengo me impide hacer una vida normal», dice.
A pesar de ello, uno de los doctores que le atienden, Francisco Javier Gabilondo, cree que el agente «lo está haciendo muy bien» y está empleando todo su coraje para atreverse a salir de casa. «Tiene que tener valor y creo que lo tiene», explica Gabilondo. Siempre que por fin pisa la calle, lo hace refugiado detrás de una máscara que cubre su rostro, excepto los ojos y la boca, mientras que su cabeza aparece tocada con una gorra con visera.
La profunda religiosidad de su familia, especialmente de su esposa, le ha servido de enganche a la vida. Como si de una negra premonición se tratara, las despedidas de Jon y su mujer, cada vez que el ertzaina acudía a su destino en Rentería, estaban impregnadas de un tono pesimista. No se limitaban al típico «beso y adiós» de los matrimonios comunes, porque, de alguna forma, Jon sabía que en Rentería no estaba seguro. Odiaba ese destino -no ha sido el primer ertzaina abrasado en un atentado allí- y había hecho todas las gestiones posibles con el departamento de Interior para que le cambiaran de comisaría.
Pero la inquietud no sólo le asaltaba a él. Los otros cuatro ertzainas todavía arrastran las consecuencias del ataque. Aunque sus cicatrices no les han impedido retornar al trabajo, no han dejado de acudir a expertos para garantizar su recuperación psicológica. No quieren hablar para preservar su salud mental, enfrentada esta semana al nuevo mazazo que significa una condena indulgente, a su criterio, para sus agresores. Una pena corta
Y es que la sentencia que se conoció el pasado martes, como en tantos otros casos, no ha dejado indiferente a nadie, y ha vuelto a poner de manifiesto la sangrante brecha que divide a Euskadi. Seis años de cárcel por atentar brutalmente contra cinco ertzainas. El nuevo Código Penal establece que los condenados tendrán que cumplir dos tercios de la pena antes de recibir ningún beneficio penitenciario. Seis años, pues, que pueden quedar reducidos a cuatro.
El departamento de Interior del Gobierno vasco se ha apresurado a recurrir el fallo con la esperanza de que el Tribunal Supremo eleve las penas contra los tres jóvenes acusados. En el otro extremo, Jarrai, la agrupación juvenil radical, ha puesto el grito en el cielo. Considera que, «como en tantas otras ocasiones», se ha dictado sentencia sin pruebas. De hecho, la prueba principal para condenar a los radicales ha sido el testimonio de dos ertzainas dedicados a investigar a los grupos «Y» de apoyo a ETA, que presenciaron los hechos y reconocieron a cuatro de los implicados.
Jon Ander González, 20 años, Aitor García Sánchez, 20, y Unai Erquis Urretavizcaya, 24, fueron detenidos en Rentería apenas tres días después del ataque, pero la Ertzaintza no pudo apresar al cuarto, Alfredo Aramburu García, quien huyó al conocer la suerte de sus compañeros. Jon Ander González avisó a los demás que se acercaba la patrulla.
Pertenece a la asociación de familiares de presos Senideak. Sus padres fueron condenados por participar en el secuestro del empresario Angel Carasusan, hace más de diez años. También Aitor García cuenta con curiosas conexiones familiares. Aunque resulte difícil de creer, su hermano es ertzaina: «No voy a echar un "cóctel molotov" contra una furgoneta donde puede ir mi hermano», dijo en el juicio.
El tribunal consideró que los tres jóvenes no tenían intención de matar. Y si no querían matar no se les puede castigar por un delito de asesinato frustrado.
El fiscal pedía 335 años, y la acusación particular, 592. Para los jueces, el objetivo de los condenados era «producir alarma social y provocar daños a la furgoneta».
Síndrome del norte
¿No pretendían asesinar a los ertzainas? Los sindicatos policiales y el departamento de Interior se llevan las manos a la cabeza. No dudan de que artefactos como los utilizados en el ataque de Rentería son auténticas armas de matar. Los «cócteles molotov» contenían una mezcla de gasolina y ácido sulfúrico y, aplicado al exterior de la botella, polvo de clorato de potasio para asegurar la reacción y hacerla explotar sin necesidad de llama.
Ante la estupefacción, los dedos acusadores no han tardado en levantarse para apuntar a los jueces vascos, tan amenazados como los propios policías y que, como han indicado Comisiones Obreras y UGT, no pueden sustraerse al miedo. Algo así como el «síndrome del norte» que sufrían los policías y guardias civiles destinados a Euskadi, pero en versión judicial. El consejero de Interior, Juan María Atutxa, echando mano de su habitual lenguaje contundente, apuntó que si a un cirujano le asusta la sangre, mejor que abandone la profesión.
Las presiones que han recibido los tres miembros del tribunal, Juan Piqueras, Jone Unanue y Antonio Giménez Pericás, son indudables. De hecho, este último tuvo que aguantar amenazas de muerte tres semanas antes de emitir el fallo definitivo.
El magistrado Joaquín Giménez («hablar de miedo es un insulto serio e inaceptable») y el departamento de Interior, entre otros, se han dado cuenta del riesgo que encierran las acusaciones a los jueces. Significan tanto como renunciar a la esperanza de que nuevos casos como el de Rentería puedan ser tratados con justicia.
APOYOS
Vivir quemado
CARLOS MACIA
«Las quemaduras son el traumatismo que mayor impacto producen en la persona, por las circunstancias en que las mismas se producen y las consecuencias que conllevan», explica el doctor Angel Rico, jefe de servicio de Cirugía Plástica y Grandes Quemados del Hospital Universitario de Getafe (Madrid).
La gravedad de una quemadura deriva tanto de la superficie afectada como del nivel de profundidad alcanzado. Piel y tejidos resultan dañados en proporción a la intensidad del calor y tiempo de exposición al mismo. En casos graves, se elimina la zona afectada para injertar nueva piel del afectado, si es factible, o es tomada de un banco de piel o utilizando materiales biosintéticos. «No existe ningún quemado extenso y grave -señala el doctor Rico- que no salga con grandes deformidades estéticas y disfunciones. Aunque puedan paliarse las secuelas con la cirugía». Por ello, el caso del ertzaina Jon Ruiz Sagarna, con graves quemaduras en el 55% de su cuerpo, sobre todo en cara y manos, áreas más problemáticas, es en extremo dramático.
Al vislumbrar ya la curación, surge un estado depresivo: ¿Cómo será el futuro? También puede surgir una neurosis traumática (recuerdos, estrés), neurosis depresiva (ansiedad, insomnio, inestabilidad psíquica) o sentimiento de culpabilidad. «Pasar de la normalidad a la deformidad es un trance difícil para el sujeto, que con frecuencia pierde la autoestima a causa del miedo a no ser el que era», apunta el doctor Rico. Una buena relación familiar junto a la fortaleza anímica, caso de Jon, resultan aliviadoras. Por desgracia, conjunción infrecuente.
El apoyo psiquiátrico al afectado es imprescindible. Y a la familia, que debe aceptar la realidad y abandonar la falsa creencia de que la cirugía es omnipotente.
El alta del paciente -que intenta retrasar o a la que se niega- es un momento crítico: el retorno a la vida cotidiana supone enfrentamiento emocional con los amigos, compañeros de trabajo o vecinos. La dependencia de quienes les rodean -las amputaciones son frecuentes en los grandes quemados- puede desatar un conflicto aún mayor.
Las otras seis víctimas
Con una mezcla de la exactitud aséptica del lenguaje médico y la frialdad del judicial, el texto de la sentencia recoge una escalofriante lista de secuelas que los heridos por el ataque con «cócteles molotov» de Rentería aún están sufriendo. Aparte de los gravísimos problemas físicos y psicológicos que arrastra Jon Ruiz Sagarna, los otros cuatro ertzainas también se enfrentan a las consecuencias que el fuego dejó en sus vidas.
Oscar Muñoz. (Ertzaina). Resultó gravemente quemado -sus lesiones tardaron 264 días en curar- y padece todavía una «ligera limitación para la flexo-extensión del pulgar derecho, sin repercusión funcional; cicatrices; posible necesidad de intervención quirúrgica correctora de desprendimiento de injerto cutáneo en mano derecha; ansiedad residual, no incapacitante, que previsiblemente desaparecerá en breve plazo».
Germán Pérez. (Ertzaina). Sus quemaduras han dejado marcados con grandes cicatrices su brazo derecho y ambas manos, que también han sufrido «una discreta pérdida de fuerza».
José Ignacio Iñiguez. (Ertzaina). Sufrió quemaduras de segundo grado en ambas manos que le han dejado profundas cicatrices. También se lastimó la mejilla. Estuvo 217 días incapacitado.
Juan José Miragaya. (Ertzaina). Además de las secuelas de las quemaduras, no puede mover el hombro derecho con normalidad. Sufrió lesiones en la frente, la mejilla y la región auricular derecha. Estuvo 86 días incapacitado.
Amaia Arruabarrena. (Civil). Una de las dos jóvenes atropelladas por el vehículo policial, que perdió el control tras ser atacado. Su vida peligró seriamente tras el atentado, pero, aunque se salvó definitivamente de la muerte, no volverá a ser quien era antes de la fecha del ataque. Después de 263 días de tratamiento y varias operaciones quirúrgicas, Amaia tiene muy limitada la movilidad en la cadera y rodilla derechas y ha perdido varios centímetros de masa muscular en su gemelo y muslo derechos. Esta pierna ha sufrido especialmente, ya que ha perdido gran parte de su fuerza y no puede arrodillarse. Además, el cuerpo de Amaia ha quedado marcado por numerosas cicatrices, y necesita continuar con el tratamiento de rehabilitación y apoyo psicológico.
Estibaliz Uranga (Civil). Corrió mejor suerte que Amaia porque la furgoneta en llamas no llegó a atropellarla de pleno, como a su amiga. Aún así necesitó más de 250 días para curarse y estuvo de baja durante casi seis meses.
- Publicado por el Mundo en Mayo del 96....Dia del Juicio contra los Mamarrachos salvapatrias.
13 Años Mas tarde Vuelve el Recuerdo de algo que deberia estar ya cerrado...VERGONZOSOOOOOO...
Un tribunal de Bilbao juzga hoy el caso de un ertzaina quemado en una emboscada radical en Rentería al que una mutua no reconoce la invalidez total
«¿Por qué no detuvo al encapuchado?». En mayo de 1996, el fiscal dirigió esta pregunta a uno de los ertzainas que había sobrevivido a un ataque de kale borroka con 'cócteles molotov' a una furgoneta de la Ertzaintza en Rentería. La emboscada, perpetrada el 24 de marzo de 1995, fue la más violenta de la historia de la Policía vasca. Otros cuatro compañeros resultaron también heridos muy graves, uno de ellos, Jon Ruiz Sagarna, con quemaduras en el 75% de su cuerpo.
El vehículo en el que viajaban, convertido en una bola de fuego sin control, atropelló a dos adolescentes, que también sufrieron lesiones graves. El agente interrogado había conseguido saltar del furgón y se encaró a uno de los atacantes. «¿Por qué no detuvo al encapuchado», había preguntado el fiscal. «No lo detuve porque mis brazos estaban ardiendo. Sólo pude verle los ojos», respondió entre sollozos. Trece años después, este mismo agente tendrá que volver a recordar aquel brutal atentado.
Un tribunal médico de la Seguridad Social reconoció, el pasado mes de mayo, que las secuelas psiquiátricas que le dejó el ataque han empeorado, por lo que, en estos momentos, debe recibir una invalidez absoluta. Su caso, según los expertos, se corresponde al de un accidente de trabajo por atentado terrorista. Pero la mutua que debe correr con los gastos está en desacuerdo sobre el diagnóstico y considera que no existe nexo entre los problemas que sufre el ertzaina y el atentado. La diferencia es sustancial. Según el criterio de la Seguridad Social, el agente debe cobrar una pensión del 200% de su salario. Según la mutua, su caso no se deriva de un accidente de trabajo, por lo que no tiene derecho a percibir ningún tipo de extra.
Los médicos diagnosticaron que el ertzaina padece un síndrome de estrés postraumático con trastorno de personalidad. Esta enfermedad comenzó a diagnosticarse en la I Guerra Mundial, al examinar a los veteranos que regresaban trastornados del frente. Lo que vivió el ertzaina el 24 de marzo de 1995 en Rentería no difiere del horror de una batalla.A las ocho de la tarde de aquel día, cinco agentes se dirigían en su furgoneta a una zona de Rentería en la que se esperaban disturbios. No sabían que se encaminaban a una emboscada. Al llegar a la altura de un autobús incendiado, un grupo de radicales lanzó sobre ellos una lluvia de 'cócteles químicos', elaborados con gasolina y ácido sulfúrico. Jon Ruiz Sagarna recibió de lleno el impacto de las botellas inflamables. El casco antidisturbios se fundió en su cabeza. Estuvo un mes entre la vida y la muerte.
Otro agente se rompió el hombro intentando abrir la puerta atascada, salió con el uniforme en llamas y rodó por el suelo para apagarlas. Cuando sacó su arma para intentar defenderse, el plástico de la empuñadura, derretido por el fuego, se le pegó a la mano. En el juicio contra los tres autores de la emboscada, celebrado en mayo de 1996, el policía recordó cómo sólo escuchaba los gritos de las dos jóvenes que habían atropellado y veía cómo los ciudadanos que querían socorrerle se acercaban con las manos en alto. No había podido soltar su arma.
El agente al que ahora la mutua deniega la invalidez total consiguió salir de la furgoneta con las manos envueltas en llamas. Sufrió quemaduras en el 8% del cuerpo. En 1998 le concedieron una invalidez parcial. Tres años después, su médico de cabecera le recomendó que comenzara un tratamiento psiquiátrico, debido a los problemas que sufría por el recuerdo de la emboscada. Su caso fue empeorando. «El siguiente»Ante el juicio que hoy se celebrará en Bilbao para estudiar el caso del agente, el sindicato de la Ertzaintza Erne ha convocado un acto de protesta por la decisión de la mutua de no pagar la incapacidad absoluta. En un comunicado interno, la central ha pedido que se apoye «al compañero». «Nunca sabemos quien va a ser el siguiente», concluye Erne.
- Publicado por el Correo en Enero del 2008.
La resolicion final tras 13 amargos años de espera para que le den la razon de algo que era evidente desde el primer momento...
Reconocen la invalidez absoluta al ertzaina quemado en una emboscada en Rentería
La mutua ha desestimado presentarse a la vista tras dar "la razón" a la parte demandante
Miembros de Erne han mostrado su apoyo y solidaridad al compañero.
La mutua Mutualia ha reconocido la invalidez absoluta al ertzaina herido en una emboscada radical contra una furgoneta de la Ertzaintza en Rentería en 1995, a escasas horas del juicio en el que se debía decidir si el caso derivaba de un accidente laboral, según ha confirmado el sindicato Erne.
Pese a que la vista no se ha celebrado finalmente, miembros del citado sindicato de la Ertzaintza han acudido a las puertas del tribunal como muestra de apoyo y solidaridad hacia su compañero. El juicio ha quedado suspendido después de que Mutualia haya desestimado presentarse a la vista tras dar "la razón" a la parte demandante, a la que comunicó su decisión a última hora de ayer.
El agente al que la mutua no reconocía la incapacidad total fue uno de los heridos por la quema con 'cócteles químicos' de una furgoneta de la Ertzaintza el 24 de marzo de 1995 con cinco ertzainas en su interior, en una emboscada radical en la localidad guipuzcoana de Rentería.
En el ataque resultaron heridos de gravedad los cinco agentes, entre ellos el conductor del vehículo, el ertzaina Jon Ruiz Sagarna, que sufrió quemaduras en el 75% de su cuerpo y ha requerido diversas operaciones. También resultaron con lesiones graves dos chicas que fueron arrolladas por el vehículo policial cuando el conductor perdió el control al declararse un incendio en la furgoneta, en cuyo interior se introdujo uno de los cócteles molotov lanzados por los radicales.
"Da la razón" a la parte demandante
El agente cuyo caso debía juzgarse hoy en Bilbao sufrió quemaduras en los brazos y padece secuelas psicológicas que la mutua no consideraba que tuvieran relación con el ataque sufrido y que estuviesen derivadas de accidente laboral, pese a que el Instituto Nacional de la Seguridad Social "sí lo había hecho", según ha indicado un portavoz de Erne.
El representante sindical, que ha lamentado que no sea "inhabitual" este tipo de "impedimentos" por parte de las mutuas, ha considerado que la decisión final de Mutualia de dar "la razón" a la parte demandante" será importante para "la recuperación psicológica" del compañero afectado, que, a su juicio, sale "moralmente fortalecido".
Por su parte, Mutualia ha afirmado hoy en un comunicado que reconoció la incapacidad absoluta al ertzaina cuando accedió a su historial clínico, hecho que comunicó ayer al letrado del trabajador y del propio sindicato Erne. De este modo, la mutua de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de la Seguridad Social responde a la declaración del Sindicato Erne sobre la supuesta negativa a pagar la incapacidad absoluta al ertzaina víctima de una emboscada realizada en 1995 en Rentería.
COMENTARIOS IMPORTANTES DE CIUDADANOS A RAIZ DE LA NOTICIA....Escritos y publicados en el Correo....( El orden seria de abajo hacia arriba )
JD
Soy un trabajador de MUTUALIA y me da vergüenza la actitud de "una entidad sin ánimo de lucro" que "juega" con la salud y los derechos de los trabajadores. Revistiendo las decisiones de la Gerencia, puramente económicas, con deteminaciones pseudo-médicas. Ánimo a Jon, por su decisión. Aurrera¡¡¡
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borja
Desde 1995??? Cuando me he enterado de la fecha me he quedado helado. No soy ertzaina pero tengo amigos en el cuerpo y no quiero ni pensar en qué manos estamos . Un poco de ética, por favor¡¡¡¡ Ahora dicen que con la resolución del problema. Jon quedará fortalecido, pero qué verguenza me da, y hasta entonces quíen paga lo que ha pasado este hombre???? Desde aquí todo mi apoyo a la ertzaintza, a sus trabajadores, porque lo que es a sus mandos....
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t
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡GORA ERTZAINAK!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ANIMO COMPAÑERO
Bihotz
Aupa Jon!! Estamos contigo!!
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Fco. Javier Ruiz Herrero
Está claro, cuanto menos paguen, mejor se presentará la cuenta de resultados, con lo que se aplaudirá y premiará la gestión directiva. Cada vez se piensa menos en la persona y más en el beneficio económico. Lo de llegar hasta el último momento es una táctica que muchas veces da resultado y esta vez no, ya que comercialmente no interesaba realizarlo. Creo que se ha esperado demasiado para darle la razón al agente. Javier
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Bihotz
Lo que mas me jode es que el ertzaina haya tenido que esperar hasta la ultima hora del ultimo dia para que la mutua se excuse y rectifique. Y esta solo lo ha hecho cuando veia todo negro, que el tribunal no le iba a dar la razon, y que se iba a congregar una manifestacion en su contra por parte de ertzainas en los juzgados.Vamos que se iba a ver dañada su imagen. Vaya gente. NO A MUTUALIA / MUTUALIA EZ. Animo al ertzaina. Eutsi goiari!!
A favor (48) En contra (1)
mikel--- ( Este es el Mas listo de todos y en su casa no lo saben )
aqui lo que pasa es quelos ertzainas son unos vagos. lo que habria que hacer es ponerles a trabajar desde el dia que se recuperaron y asi no pasarian estas historias. sino todos al paro!
A favor (0) En contra (7)
Jeronimo
Pero que injusta es la vida a veces, ya que a todos no nos "miden por el mismo rasero", eso dice no se que articulo de la constitucion, !!!que todos tenemos los mismos derechos!!! y yo digo Y UNA MIERDA y si no que se lo digan al que fue quemada con premeditacion y alevosia, y claro que el ser Ertzaintza es voluntari (previo pase de una pruebas fuertisimas y unos conocimientos muy chungos), Julito bolunburu, pero a el en su trabajo tampoco quiso que le quemaran, asique no dramaticemos y nos salgamos de contexto. No se cual es tu trabajo al que creo que te presentastes tambien voluntario, y que tengas un accidente del las carecteristicas que han tenido ellos y que te digan, su caso no se deriva de un accidente de trabajo, por lo que no tiene derecho a percibir ningún tipo de extra.....Y despues hablamos cuando quieras Julito b.a.
A favor (2) En contra (2)
Txuri
No, Julio, o se está con los que matan o se está con los que mueren. En "Euskal Herria" no se puede ser ambiguo.
A favor (8) En contra (3)
julio
vosotros que defendeis con vehemencia todo lo referente a fse,españa,etc,y luego aprovechais para meteros con los nacionalistas,se os ve el plumero....sois nacionalistas,eso si españoles,no os diferencia nada de lo que criticais.condenais lo de un lado(como los otros),justificais lo del otro(como los otros)etc,etc, y de paso intentais echar mas mierda a la tierra en la que vivis y os da el pan que comeis.ASI NO MAJOS,ESTAREMOS SIEMPRE EN FRENTE.(Los que condenamos lo de un lado y el otro).
A favor (7) En contra (25)
julio bolunburu artetxe.
lcia maja....no has leido la noticia,la mutua se niega a pagar el extra(100% de mas).con esto no estoy dando la razon a la mutua,pero tu aprovechas esto para meter tu "cuñita".cuando otro obrero le pasa algo grave no tiene esos privilegios...segun tu si uno se cae del andamio que pague el andamio o el viento,o yo que se que.que no maja ese es el trabajo del policia,ya se que es una barbaridad,pero la entrada a la policia es voluntaria.
A favor (10) En contra (13)
jose antonio marquez
Esto es solo un ejemplo de como la privatización de servicios sanitarios influye de manera tan grotesca en los contribuyentes. El NEGOCIO ES EL NEGOCIO.
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Bihotz
Basuras de Mutua. Como siempre cuando se las necesita, te dan la espalda. Pero lo que no entiendo es que en un caso tan EVIDENTE como este se pueda estar alargando tanto.
A favor (27) En contra (1)
lucia
los que tendrian que pagar la indemnizacion deberian ser los de la kale borrika, por ser una panda de niñatos con el cerebro lobotomizado, sectarios sin opinion propia, eso eso quedaros aqui plantando zanahorias y cuidando ovejas que los demas queremos ver mundo.podeis colonizar el amboto?y a ser posible no salgais de ahi
A favor (36) En contra (10)
xixili
Pesosa la actuación de la mutua. De todas formas la tesis de la mutua NO SE SOSTIENE.
A favor (21) En contra (4)
Patri
Es muy triste que una mutua diga que no es accidente de trabajo, si es ertzaina, y como bien pone en la noticia, les hicieron una emboscada, de que tipo de suceso estamos hablando???Muy triste, como también se dice por aqui, que después de tanto tiempo aún anden a vueltas con ello. Animo Jon
A favor (35) En contra (3)
Alvaro
Con la cantidad de años que han pasado desde que le pasó esto a mi amigo Jon Ruiz... Qué pena me da leer este tipo de noticias. Se palpa que hay gente que desde las instituciones apoyan a estos imbéciles... Hoy rezaré especialmente por él y su familia, que es estupenda!!!!!!!
A favor (49) En contra (6)
unai
MI APOYO A TODO EL COLECTIVO DE LA ERTZAINTZA.¿QUE MUTUA ES ESTA?ES BUENO SABERLO.
A favor (45) En contra (7)
mikel
Claro, claro si te quemas... No si diez animales te cercan y te rocían de ácido sulfurico y gasolina. Que bien vivís los que no queréis ver...
A favor (47) En contra (9)
jon koldo arrue
el ertxaina como cualquier otro trabajador(que lo es y no debe tener privilejios)debe cobrar lo que estipula la ley que el defiende. a mi trabajador de a pie si me quemo en mi puesto de trabajo nunca me daran el 200% de mi pension.todos iguales sin distincion del trabajo que se realize
A favor (17) En contra (46)
La Txotxes
La mutua es Vizcaya industrial, son una cuadrilla de impresentables, sólo les interesa el dinero, en ningún momente se preocupan de los pacientes.Lo único que puedo decirle al ertzaina, es que tenga ánimos y siga hasta el final. Yo sufrí algo parecido con estos sinverguenzas. no esperes nada del departamento de interior, el señor Balza, te deja tirado como una colilla, otro atajo de C...........Un saludo de un excompañero.
A favor (48) En contra (12)
Pichicoma
es muy facil: la Ertzaintza, como cualquier otra FSE es un servicio publico que pagamos todos, son el brazo armado de la ley porque los ciudadanos a titulo individual ni queremos no podemos serlo. Para desarrollar sus funciones deben representar y ejercer la autoridad. Deben tener unas normas de actuacion adecuadas y controladas, pero cuando tienen que ejercer la fuerza HAY QUE RESPALDARLES AL 110%, osea, ante la duda a favor de la policia SIEMPRE. Lo que pasa es que llevamos 30 años en Happy Euskadi en los que una panda de pringaos amenazaba a las instituciones de que la presencia en la calle seria vista como una provocacion, responsabilizandolas de "lo que pudiera pasar". Esto no ha pasado en NINGUN pais serio del globo. Y sin embargo, nuestras queridas instituciones agachaban la cabeza para no molestar. Esto ha creado un ambiente en el que cualquier pringao piensa que todo le es debido, y que ademas la presion social le favorece. Sumale el particular español (y vasco) de que hay delitos que se persiguen segun la conyuntura politica, son por decirlo de alguna manera, delitos-chicle, con el consabido despiste del publico. Si ademas le sumas el hecho de que cada vez que un Ertzaina ha intentado responder, sus mandos politicos les han dejado con el culo al aire, cuando no les han perjudicado abiertamente, entonces se entiende la noticia. Porque el policia es un trabajador armado, no un superheroe. Si uno de la furgoneta hubiera sacado la pistola y hubiera matado a algun HP de aquellos en evidente defensa propia, seguro que el departamento de Interior se lo come vivo , y a dia de hoy el heroe seria el HP, con homelaldias publicos vigilados por..... la Ertzaintza. De esos polvos vienen estos lodos. Un abrazo a toda la Ertzaintza y todos los demas cuerpos y FSE que se la juegan por nosotros.
A favor (74) En contra (21)
Imanol
En este dramático caso se ve claramente la función de las Mutuas, o sea enriquecimiento, lucro a costa de los trabajadores. Las mutuas son empresas cuyo único interés esriba en ganar dinero a fin de año. Es vergonzosa su actitud y en este caso en concreto se "han retratado". Mi solidaridad con todos los ertzainak que a pesar de saberse objetivo de unos asesinos fanáticos, diariamente salen a la calle y sobre todo para los que han sido, son y serán víctimas de estos fascistas, mientras son insultados por estas Mutuas.
A favor (62) En contra (7)
lola
Es horroroso lo que le pasó a este hombre. y espero que lo supere o que por lo menos lo lleve lo mejor posible. Nadie se merece pasar por eso. Y ya puestos...que todos los trabajadores que no salen en los medios (que no son pocos) reciban lo que por justicia les corresponde, porque al igual que esta, hay un montón de tragedias que no salen a la luz, y siguen siendo tratadas igual de injustamente.
A favor (76) En contra (6)
Txuri
Claro, joven23, un conflicto en el que siempre mueren los de un bando. Un poco desigual, no? Si es que cómo somos, aplicando leyes contra los que aplican las armas...
A favor (66) En contra (22)
joven23
y como te crees que se les juzgan...hay demasiados ingnorantes y poquisimo intres en saber la verdad y lo que pasa. mientras presos IN OCENTES pasan 3 años en la carcel nosotros vivimos como si nada, y lo nuestro. hay violencia de todo tipo y de todos los colores. no hay buenos ni malos. esto es una mierda, y mientras no nos demos cuenta de que existe un conflicto que hay que solucionar lo llevamos claro. intentams ganar a la fuerza con mas fuerza y a la palabra con gritos. no nos damos cuenta que hay muchos inocentes pagando por todos. inocentes de todos los colores... SOLUCION YA!
A favor (32) En contra (85)
Juan
La kale borroka debe ser considerada terrorismo, y sus activistasjuzgados como tales.
A favor (85) En contra (23)
adogmático
Es repugnante la defensa a ultranza de los derechos de los apresados (se nota la energía que ponen los nacionalistas, en este tema), y cuando ocurren casos como este dan un simple comunicado de rechazo, como rutinario, sin vehemencia. Es vergozoso y ultrajante para la inteligencia de los ciudadanos que pasamos de nacionalismos de todo color. Encima, ANV, ensalza a los asesinos, en público, como defensores de la patria, y, es seguro que cuando sea ilegaliaza esta formación, los nacionalistas salen otra vez en su defensa, con el rollo del diálogo entre formaciones. Lo que digo,vergonzoso, para la mayoría de los ciudadanos.
A favor (54) En contra (23)
juan carlos nogeira
Cada dia me preocupa mas y mas estos temas de poner de entre dicho en primer termino a los policias,¿como queremos que la policia haga su trabajo cuando en una detencion no pueden ni agarrar al delincuente por miedo a que el que acabe delante del juez sea el mismo policia? esto no es normal,llegamos a un punto en el que el delincuente tiene la duda de la inocencia pero el policia no.
A favor (80) En contra (14)
Compañero
Aqui un compañero que aunque de otra generacion aun recuerdo esta tragica noticia y de como una vez mas la justicia no se aplica con la contundencia con la que se deberia aplicar, es triste ver como asesinos de esta indole pueden andar sueltos y campando a sus anchas, asi que ganas creen ustedes que puede quedar en muchos casos cuando sabes que estas desprotegido hasta por la propia ley con la que trabajas a diario, tan solo pido que por lo menos puedas ver a estos inhumanos en la carcel y que al fin consigas lo que por desgracia te tiene que corresponder en cuanto a la compensacion........Amigo tus compañeros no olvidamos....y puedo decir que los tiempos cambiaron y estas ratas no nos haran cejar en el empeño de acabar aunque sea a saltos con ellos...como se que siempre se ha intentado...Suerte.
A favor (87) En contra (11)
Esto deja patente sin mas palabras el gran apoyo que hay por parte de los ciudadanos hacia dicho colectivo en el cual me incluyo como ciudadano agradecido a dicho colectivo....
2 Chascarrillos:
Me he quedado de piedra, y aún más, si cabe, leyendo los comentarios del tipo: "aqui lo que pasa es quelos ertzainas son unos vagos. lo que habria que hacer es ponerles a trabajar desde el dia que se recuperaron y asi no pasarian estas historias. sino todos al paro!". ¿Es que la gente no sabe qué es la humanidad?, ¿es que la gente solo sabe verse su propio ombligo y decir "si me pasara eso seguro que no me bana el 200%?, ¿es que acaso todos tenemos el mismo tipo de trabajo peligroso de esos policías?
Como comentaba esta misma mañana mi profesor de Historia, me niego a pensar que el ser humano es un cabrón por naturaleza...pero a veces no queda otra.
saludos!!
Ja,ja,ja bendito sea tu profesor, Andrea, creo que la reflexion que se pregunto a si mismo tiene una gran respuesta y es que por muy triste que parezca es asi....Un fuerte abrazo...
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